La palabra Cábala
procede de la lengua hebrea y significa “tradición”.
Sobre los orígenes
de la misma existen muchas hipótesis. Una de ellas sostiene que fue Isaac el
Ciego (1165-1235) su creador. Lo que parece claro es que los primeros tratados
cabalistas data del siglo II y se denominan: Sepher Yetzirath (Libro de la
Creación) y el Zohar (Libro del Esplendor).
De todas maneras, sobre este punto algunos autores sostienen que El Libro de la
Creación se escribió en Palestina entre los
siglos III y IV d..C, mientras que El Libro del Esplendor se escribió en el año
1280, y su autoría se ha atribuido al rabino español Moisés Ben Semtob.
La
Cábala,
para muchos, en la
Edad Media tendrá la
consideración de ciencia, y se clasificará bajo el prisma de dos perspectivas:
- Cábala antigua: de carácter metafísico y esotérico para los hebreos.
- Cábala moderna: de carácter mágico (fundamentalmente a partir del siglo XV).
En síntesis podemos
decir que la
Cábala define al hombre como una fusión de
cuatro elementos que existen en el Universo:
· espíritu
(heshamah).
· alma
mortal (ruah).
· alma
instintiva (nefesh).
· el
cuerpo físico.
Los cimientos del
pensamiento cabalístico se sustentan en la idea de que los seres humanos hemos
sido creados a imagen de Dios, por medio del pensamiento divino el cual se ha
servido de los números y la palabra para desarrollarse a lo largo del tiempo,
de ahí las manifestaciones humanas posteriores (cultura, ciencias, etc).
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