domingo, 23 de mayo de 2010

el origen de la santería



La santería constituye una forma religiosa procedente de África, mas concretamente de las tradiciones yoruba y bantú, aunque con el tiempo se nutrió de componentes cristianos.


En América comenzó en Cuba como consecuencia de la colonización del Nuevo Mundo y el consiguiente problema de la mano de obra. Por todo ello, en América el tráfico de esclavos ya comenzó hacia 1501, cuando se les empezó a utilizar en la construcción de minas, el servicio doméstico, la agricultura en genera, así como cualquier otro tipo de trabajo considerado impropio para las clases mas elevadas. Posiblemente fue el desarrollo de la industria azucarera en Cuba la excusa perfecta para convertir la esclavitud en un sistema comercial de explotación a gran escala. A modo de ejemplo, en el período que va desde 1821 a 1860 entraron a Cuba la friolera de trescientos cincuenta mil esclavos de origen africano.


La etnia más importante que llegó a la isla fue la de los yorubas. De hecho, la denominación “yoruba” hace referencia a una misma cultura y creencia común entre una serie de pueblos situados en los países que actualmente denominamos Nigeria y Togo, además de otras regiones limítrofes.


Muchos estudios demuestran que los yorubas fueron una cultura muy avanzada para la época, y por supuesto poseían sus propias deidades u orishas. De hecho, cada orisha estaba vinculado a una aldea o región, de modo que existía un conglomerado variado de territorios donde en cada uno de ellos se adoraba a un determinado orisha (en Oyó se adoraba a Changó, en Egba a Yemayá, en Emití a Oggun, etc). Un elemento común a todas las tribus de una región era su adoración a Obatalá o el de Oddúa, un rey primigenio del cual todos los gobernantes se consideran descendientes. La razón por la que cada aldea adoraba a determinado orisha tenía mucho que ver con la historia de esa aldea, pues se trataba de hombres a los cuales se les había divinizado tras la muerte (ancestros con poder, aché), y a partir de ahí se creaba un lazo familiar que comprendía tanto los vivos como los muertos, y cuyo nexo en común era ese ancestro común. Dicho ancestro poseía un control sobre determinadas fuerzas de la naturaleza (por ejemplo el don de la curación).



1 comentario:

Clarusa dijo...

MUY EFECTIVA!

http://oraciona.com/oracion-a-san-cipriano-desesperar-a-hombre/